Y
ahora vuelves, cuando todos se han ido
De
tu horas incierta, fuiste como ninguna
Con tu
forma de ser, engañaste, hasta mi luna
Ahora no queda, nada más, que tu recuerdo, y tu olvido
Para
que recordar, esos días tan largos,
De
tu ausencias, de momentos y asedios,
Ya
no hay, un rayito de sol, en mis tedios,
para
que culparte si hoy me dedico al trago
Por
que has venido, si ya vida, no canto
Con
tus caricias, y en el rancho, donde fueron, mis citas
Y
fuiste adorable, mi cielo mujer, hasta exquisita
Con
pétalos, de peonías, has llenado mi cuarto
Aun
recuerdo, esas noches, lejanas
Te quedaste
dormida, leyendo mis quejas,
Para
que recordar, son cosa, tan viejas
Cuando leía mis versos esa tarde Silvana
Para
que preguntarte, si sentías el calor, de mis manos
Y yo
amándote tanto como a ninguna
para
que hablar, de nuestra última cena, borracha de luna,
cuando terminaba tus vacaciones, muchacha ese verano
Solo
me queda esperar, que pase la tormenta, y amaine
Y
escribir, las memorias, de aquellos días
Y decirte
Silvana, cuanto mi amor, de tarde moría
si
para consolarte, vas al encuentro, de tu Paine
Como
son las cosas, será mi destino
En
ese hospital, nos encontramos,
Mi corazón
herido, no aguanta otro tramo,
con mi
vida hiciste, dejaste un estrago,
eres como esa última copa de vino, que embriaga,
y a
tu salud, me queda, solo brindar,eres como esa última copa de vino, que embriaga,
y beberte, como mi último, mi último, trago
No hay comentarios:
Publicar un comentario