Zorzal Patagón

Corazón Chilote

      

Llego con un pañuelo negro,

en la cabeza,

tenía aires de hechicera,

o algo así,

saco un crucifico de madera,

y reza,

de esas chilotas,  que andaban,  por allí,

termino sus rezos, después, de una hora,

yo quería saber del Trauco, y sus mitologías,

esa chilota era, de antiguo rezo, cristiano,

y alzo sus manos al cielo, a su dios implora,

ella conocía mucho, de metáforas, y simbologías

en su llanto rezaba, al mar, que en un temporal,

 se llevo, a su compañero, y hermanos

ella es hija de una raza, de busca vida, y andantes

soñadores,  donde mayores y precoces, salen en

 busca, de su destinos,

rudos y duros viajan, por cualquier medio, como

 unos  trashumantes,

de esforzada marcha, y el sol los va quemando, en

 el camino.

ojos cansados, de una vida, de andar tristeza,

no importa, que les espera, si en su andar, ellos

  rezan,

será su infortunio, pero llevan por dentro, su

 riqueza,

los hieren, congojas azules, llevan fortuna de

 esperanza,

el andar, por esos campos, se desangran fiero,

son centauros, en peligro, y enfrentan el dolor,

son gigantes, en el mar, son mejor que Bucaneros

y muere con la tarde, y muchas veces, sin amor

o tal vez, un viejo amor, que ella aun no olvida

dijo, se fue en una barca, más chica, que la de Noé

me decía tiernamente, el mundo tiene, la fe perdida

se le cayó, una lagrima, me dijo, son cosas de la

 vida
y se fue, lentamente, por ese caminito, a su Chiloé…