domingo, 13 de julio de 2014

DON SEGUNDO DÍAS

Segundo Días


Montaba un padrillo alazán
Era don Segundo Días
Que en el Avellanos vivía
Recuerdos que hoy delatan      
Para los que hoy ya no están   
Los pájaros que en su volar   
Cuando solía acampar           
Con su tropa bizarra                 
Y la cantora guitarra
Que suele hacerte llorar

Haya en el cerro aquel
Maravillado a después tú sale
A la bahía puerto natales
Los criollos creían en el
Los gauchos en su pago fiel
Y los pingo al correr desata
Un la incesante cabalgata
Allá por cerro castillo
En la cintura un cuchillo
Incrustaciones de oro y plata

Noventa y tanto el anciano
Con su potro vigoroso
En ese alazán precioso
Cuentan los gauchos hermanos
Al galope lo ven al paisano
Asiguran que más de uno lo vio
por esos cerros bravíos
Cruzando la cordillera
En invierno o primavera
Por esas cumbres de dios

Y dicen que andaba galopando
Y con el viento se confundía
Allá va don Segundo Días
Con su alazán saludando
Y con su guitarra cantando
Hay un sueño que a los doce tenía
Cuando deje esa escuela mía
Y en mi corazón Facundo
Salir a recorrer el mundo
Que tanta falta me hacía

En este vasto continente
miro a este suelo sagrado
si yo ahora te e cantado
por que mi alma lo siente
el Simpsón y el claro siente
y entiérrenme se lo pido por dios
cuando niño nade en esos ríos
pistolero o tarzán por la chita
A la jane le hicimos una cachita
Son todo recuerdos mío

Soy música que adentro agarra 
Y en chile chico se escucha
Y en sus ríos salen truchas
Que en los anzuelos se agarra
Y en mis sentidas guitarras
El canto paisano hoy dejo  
Quedaron nomás los reflejos 
Y sacan de los bosques armonías
Y del fogón ritmos y melodías
Y el alma de este gaucho viejo

Y al otro lado del lago
Donde resplandece la alborada
Ilumina a la sombra callada
Que me mira y yo halago
Pa defenderme en los pagos
Que la vida nos deja ver
Por un difícil querer
Irse de un rancho y hoy tapera
De un amor que nos espera   
De cuando promete la mujer

Tan bella como la flor del notro
Ella era una de las más linda
Su piel era de una guinda
Y sobre los bravos potros
Su amor pensaba en nosotros
Y vos que querías los arroyos
Y te metiste en mil embrollos
Que lo hiciste sin querer
Y ahora como puedes ver
Vas derechito pal hoyo






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