miércoles, 23 de julio de 2014

El hijo che y



El Viejo el Sauce y el río


Déjame recordar, a mi viejo,  amigo che
las canas, y los colores grises, de su cabello
anduvimos juntos, hasta el último destello
rastreando al sol poniente, de media noche
y ahora veo mil estrellas, en el cielo
por allá andará, conmigo, y los pilcheros
y andar por los caminos mil derroche
para gritarle, lo mucho que lo quiero
somos sombras, iguales, de un mismo pelo
que paso, por la gaucha tierra, del Aysén
ni huella, cuando cruzamos el Cangalla, un día
al bajarlo, con un potrillo, pa que lo amansen
al llegar la noche, la tarde, se perdía
y vamos juntos, y el valle, que fulgura
en eso sentí, el leve rumor, de un gemido
somos, dos sombras, cruzando la llanura
su corazón débil, rompió en estallido
me puse mal, cuando vi, chispear el rocío
soy su hijo, los pilche ros,  mi viejo,
el perro, y la brava corriente, del río,
y debajo, de un árbol, frondoso
nos quedamos, los dos, dormidos.  



No hay comentarios:

Publicar un comentario