Bajan de sus peñas
furiosos riachuelos
A este hermoso lago que
en sus olas se dilata
Y caen cascadas como río
de plata
A calmar nuestra sed bajan
de los cielos
Como agradecidas las Lengas,
Coihues y Canelos
Y allá en la empinada cima
que se asoma
Un Coihue
sediento de amor y de aroma
Y deja caer sus ramas
protegiendo de la lluvia la colina
Es un viejo coihue que
melancólico se inclina
El ultimo recuerdo de lo
que era un bosque allá en la loma
Los pájaros cantaban y se
escuchaban mil rumores
Y mientras la montaras y
joven primavera
El viento sacude su verde
y abultada cabellera
Y reparte por la floresta
hojas y flores
Y entre sus rama oculto
cantaban los ruiseñores
Colmaban de tristeza en
un enternecedor concierto
Como su pasado y su
memoria no se la lleve el viento
Su conciencia que calla
en silencio adolorida
Se han quedado con los
campos los asesinos de la vida
Quieren quedarse con tierra
ríos y sentimientos
La cruel y sangrante y
callada herida
Que los tiempos Patagónicos ocultan
Y las sombras oscuras las
arenas las sepultan
Y el indolente que en su
placidez olvida
Los terribles engaños de
la vida
Como los ricos quieren
llegar al cielo
Su avaricia es tanta que
no sacia su anhelo
La corrupta pasión que a ellos
los desboca
Envenena y corrompe todo
lo que toca
Un monumento al genocidio
en la plaza podes verlo
En patagonia allá donde
el viento brama
Y en mis horas de larga
desventura
La lucha humana que se
vuelve dura
En su soledad busca
olvido y calma
A los últimos chochos se
le marchita el alma
El eterno premiarnos
siempre quiso
Al regalarnos en
Patagonia un paraíso
Solo pienso por que tanto
misterio
Mis pumas no quieren
encierros ni cautiverios
El abuso el exterminio de
los Ona fue sin aviso?
Y por la boca oriental
del estrecho
Entran cruceros barcos y
veleros
Corsarios , piratas,
temerarios bucaneros
Aguas peligrosas que se
enfurecen en el repecho
Con cantos de sirenas te
llevan al fondo y derecho
Los poemas de allá de
lomas de Leñadura
Donde el zorzal canta a
la ternura
Y por los mares danzan
las toninas ya muda
Entra por mi ventana la
canción desesperada de Neruda
Y las rosas rojas
encendidas como el corazón púrpura
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