del
poema 31
sonetos
sonetos
Porque recodar, nuestra amada infancia
es lejano el tiempo, de amar, y ya se nos ha ido
el mismo tiempo, ha congelado, las distancias
y mi alma en silencio, se ha detenido.
Por los años será, que no escucho, los latidos
muerto de sed, por tus labios, mi alma ya no canta
pero porque me tienes, a tus pies tan sometido
ni que calleras del cielo, adorable y santa.
Y sigue muchacha, que en mi ser palpita
recordando de nosotros, nuestras citas
tan segura estas, eso me inquieta.
Pensándolo mejor tomo, distancia ahora
y dejarte, como el agua del río, que se evapora
en roció de auroras, que te amen muchachita.
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