miércoles, 1 de octubre de 2014

MIS PENSARES del zorzal

Del poema 27

Escucho que en mis adentro, algo vaga
El delirio de la madre tierra, su belleza
Que pasaran los años, sin que se haga
En el mundo de nuevo, la naturaleza.

Porque al río, y a los bosques, yo me arrimo
Me siento pequeño, en el mundo un enano
Me siento inútil, sin fruto, como un ramo
Que no tiene en su racimo, un solo grano.

Yo sé que en la bendita tierra, los amantes  
Que tienen herida y enferma, su alma bella
Viven como tupidos helechos, están distantes
Lloran de pena, por que perdieron, su estrella.

Yo se que en esta vida, quedan muy poco
Ya no hay gobernantes, menos geniales
Se lleno el Congreso, de pinochos loco
No practican lo que predican, los inmortales.

Allá en Patagonia, en los campos, vastos
Andan señores dándoselas, de justicieros
La sin razón los aplasta, como a los pastos
Y rompen la tierra, con pezuñas, de carneros.

Muchas veces me pasó, en mis derrotas
Pienso debiéramos ser, como los triunfales
Como tu desgracia, a ellos les rebota
Cuando llevan, una vida de tontos, mortales.

Ir a las alturas para saber, cuándo se está abajo
Te darás cuenta por donde, anduvieron tus pasos
Y en tu propio cuerpo sufrís, el dolor del trabajo 
Y te afirmas, en la derrota, ante tus fracasos

A mí no me dan pena, masticar amarguras
Ni la estupidez que hice, con mi vida
Siento como mis predica, son tan puras
Y si pierdo, le debo a otros, esta inútil caída.

Vago en la nieve en blancas, y heladas cumbres
Ando arreando animales, ovejas y cabras
Me da miedo avece, la incertidumbre
Olvidara la fe, creyente, de mi palabra.

Yo no seque carajo hago, en este mundo
Bueno me trajo a la vida, mi pobre madre
A nadie le gusta vivir, sobre lo inmundo
Si nací luchando, le doy las gracias, a mi padre.





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