Del
poema 28
A
beses no sé ni cómo me llamo
Ni
que hago con mi vida diariamente
Busco
el monte y en el río dulcemente
Y feliz en la campiña
sueño y amo
En
mi soledad grito y a mi Jesús llamo
Que
me da el fruto del amor humanamente
La
dulce miel que da el árbol omnipotente
El Dihueñe de los Ñires, Lengas que yo amo
Pasa
el invierno y calor luego decide
La
primavera nos tenía abandonado
Mi
razón deja escapar libertad a la deriva
Porque
les pedí a mi cerro no me olvides
Todo
lo que hice por vos enamorado
Y
me voy con mi soledad definitiva
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