DEL
POEMA 27
Recuerdos
de mi tierra allá, en la costa del lago
echo
a volar mis pensares, viejo lindo cerrano
y
voy recordando siempre, mi gaucho Avellano
de
esos criollos, don Segundo Días, mis halago
fueron
hombres, los primeros pioneros, del pago
recuerdos
de montes escarpado, nieves y escarcha
me
creía el hidalgo, quijote tropero, de la mancha
Dulcinea
montaraz compañera de mis, pensamientos
al
anca de mi caballo, te juro que yo me tiento
por
el amor de Nacira, mi morocha muchacha.
Turquita
aun te recuerdo, allá por los tiempos lerdos
catorce
años mi vida, haber si sigues queriendo
en el colegios de niñas, como si lo estuviera viendo
te he pensado mi vida, siempre que yo me acuerdo
la
pucha si castigan fiero, cariño de esos recuerdos
nací donde nació el duraznillo, libre y sin dueño
y
el cerezo florido, sin hojas y muy risueño
y así ha sido mi vida, el tranquilo y las mosquetas
por
cantarte vida mía, sentí en mi alma el poeta
me
he quedado dormido, nieves blancas, de un sueño.
En
Chile Chico arisco, allá por los confines
los
pumas andan alzaos, y en los ríos veo mi rostro
galopan
mis amoríos, sobre el indómito potro
esquivando
pantanos, fachinales y mallines
y
va caracoleando, y echa al aire, los crines
arriba
de escabrosos cerros, mirando hacia el vacío
y
por el Geinimeni rebota, el sol enrama mi río
se
levanto la mañana, junto con mi Nacira amada
y
desde lejos moría, por verla, y una dulce mirada
con
un vestido florido, que hace chis piar el rocío.
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