martes, 18 de noviembre de 2014

VOLVERE A MI RANCHO

del poema  21

Y en las cumbres andinas el sol se siente
el campeador hace nuevos pasos y senderos
en las cimas nevadas van los valientes pilcheros
lleva en el alma el calor quemante y viviente
en la cordillera nevada se derrite el poniente
cabalga y amenaza enfrenta sin empacho
y por las quebradas anda un puma macho
y una leona parida enseñando a sus cachorros
cuarenta ovejas a desollado se fue por el chorro
los van siguiendo perros bravo por los picachos.

Me senté frente al fogón por que tenia frío
aunque había llegado la vendita primavera
mi alma loca siguió tras de una quimera
cruzo montañas valles quebradas y río
y en la huella quedo el pensamiento mío
en el valle vuelan azules mariposas
calandrias como todas las aves preciosas
donde mi madre Rosa protegía a sus niños
alumbro mi soledad la fe de su cariño
mi alma en pena también busca las Rosas.

Mi madre miraba del río el torrente
el amor de niño se aprende en la cuna
dejo escapar de las manos hay juna
cansada de mentiras que creía ciegamente
porque la vida le jugara indiferente
y se fue a otro país de puros desencanto
escapando de la ingratitud por eso su llanto
de promesas y sueños de maravillas
fueron discusiones peleas y rencillas
de aquel difícil amor que amado tanto.

Vi el fuego ardiente chispeante encendido
mis sueños y ilusiones a la intemperie fría
por la adolescencia de los pasados día
abrigaba la esperanza de sentirme protegido
y sentí el calor que da el hogar querido
y encontré la paz que me faltaba y el sosiego
donde quise quemar mis recuerdos en el fuego
y de la llama de mi vida hacer de ella un canto
por todas las lagrimas de mis sutiles llanto
le pedí a Jesús que escuchara mis ruegos.

Soy un puma que brama en el bosque solo
como el coihue que sufre solitario
se siente solo viviendo entre varios
es fuerte como el mismísimo  Apolo
sosteniendo el mundo en el eje del polo
cuando sopla el viento cruel y congelado
en los glaciares el silencio se hace dorado
huye fugaz en la blanca fría helada nieve
que al patagón en el repecho ni lo mueve
sentirse libre y jamás por mujer domado.

Gaucho aunque libre es la sombra viviente
vaga errante como un tigre por los llano
lleva muy dentro el espíritu paisano
el sol se asoma como cuchilla ardiente
por donde anduvieron los gauchos de antes
sobre los altos y escabrosos picachos
andar por esas quebradas hay que ser macho
donde el campero baqueano se ha nutrido
de la pasiones que da el andar y dolorido
ya muy pronto feliz volveré a mi rancho.




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