El viento fuerte de un temporal sonoro
Poseidón el mar gritaba como condenado
se hirió de muerte y a Zeus imploró
rompiéndose el alma en los acantilado
Tuvo mi nave jugando en su lecho
pero al final el mar se enojo insolente
y la soberbia imperdonable ya desecho
agarro su olas y me ahogo indiferente
La vida se cansa se siente agotada
en turbulentas aguas me sentí perdido
de pronto todo pasa y después la nada
Mi pobre cuerpo ya casi vencido
y mi alma sufre y lucha acongojada
y dejo en las rocas mi corazón herido.
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