viernes, 6 de febrero de 2015

CUIDADO QUE SE VIENE ABAJO

del poema  24

Allá en Lañadura yo
en una noche hay juna
cuando pasaba lenta la luna
de un platillo volador bajo
y un extraterrestre me conoció
y como estas me dijo
pensó que yo era su hijo
yo he venido por ti
y porque me has elegido a mi
fui el que te dio ese crucifijo.

No se cual sería su intención
de llevarme en su locura
me mostro esas escritura
santas de mi devoción
y yo con profunda emoción
ya que un ángel del cielo era el
me arrodille ante aquel
besándole su largo velo
era el creador de la tierra y el cielo
llevaba una corona de laurel

Vio por que vivía en las sombras
luego en forma imprevista
lleno de lagrimas alce la vista
cuando al irse me nombra
solo quedaba una luz que alumbra
si nunca has matado tampoco robado
por eso te perdono todos tus pecados
le doy gracias por la gauchada
y por bendecir mi tierra amada
de parte de tus hijos amados.

Espera que llegara el día
el santo luego declara
y este pueblo que tanto amara
mi conciencia se esclarecía
después de sus profecías
cuando aparezca en el horizonte
predicando por los montes
a vos que tanto te quería
muy pronto se aparecería
no anda con tiras ni apronte.

Y con preámbulo impío
el discreteriado no tiene cura
y hoy vive con su basura
hoy es un hombre vacio
no lo limpian ni los ríos
si he de vivir con suerte  
disculpa por no conocerte
perdóname el desamor
que llegue a pensar que era mejor
de nuestra vida era la muerte.

Muchas veces me sentí muerto
de pensarlo avécese me cueste
busque en el firmamento celeste
y en las praderas del desierto
barcas galeones y puerto
que en el tiempo de Noé
llevaba barios choiqué  
guanacos zorros y pumas
charitos con pocas plumas
y el zorrino vino y se fue.  

Ayuda mi pensamiento que se agita
yo le pido con toda la calma
tanto me duele en el alma
porque la llaman la pobrecita
ella nunca esta tranquilita
siempre con los desvelos
con deseos de pegar el vuelo
porque en ello me retraso
aunque digan que todo es falso
que Jesús anda por los cielos.
    
Como un perro indiferente
regresa a muy tarde y a deshora
gimiendo en la puerta llora
a su amo muy largamente
que se fue muy tristemente
y en su cucha ya no ladra
porque para él no hay palabra
y ahora me encuentro en el mundo
tirado otra ves como un vagabundo
esperando que la tierra se abra.





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