lunes, 22 de julio de 2013

ROMANCE DEL DUENDE DE LA LAGUNA

Oh’patagonia protege a tu gente
 Como un diamante puro y refulgente
Último vestigio de las doncellas  
Kawashkar que al nadar se sumergen desnuda 
cual diosa de nácar
cruel testigo de una raza 
de un grito de mudas Los exterminaron
Con el cuento del desarrollo
Por que en la Patagonia, había llegado
El embrollo

Patagonia escucha nuestros rezos
Verónica con pétalos azules
La dueña de mis cantos y de mis versos
Adornaba sus cabellos con ramas de abedules
Al mirar la puesta del sol, se llega a lo divino
Los mágicos y profundos fiordos Ayseninos 
Habría que contaminar con “mierda” si es
Posible 
Y terminar con toda forma de belleza,
                                   Sería increíble                                                                               
                       Los celos más grandes dicen                        
Que son los que tiene la luna
En el ventisquero San Rafael
Los témpanos de la laguna
Y todo esto paso
Por una niña nativa
Que era muy posesiva
Y que después se enamoró
Del duende de la laguna
Ella era Verónica
Y de novia se vistió
De un beso se transformó
De seda con terciopelo
En la flor azul de los hielos

Pero tenía un compromiso
Con un Ángel de otro cielo
Y empezaron los desvelos
Ella tenía amores
Con el duende del ventisquero
En ese tiempo la luna
Vivía atrás de los cerros
Cuando le dijo te quiero

Al duende del ventisquero
Verónica eso escuchó
Dios mío tanto revuelo
Se enteraron las estrellas
Y se supo en todo el cielo

Tremendo enredo
Había armado la luna
Que moría de amor y celo
Y llegaron rayos y truenos
De repente todos callaron
Un silencio sepulcral
Y en un trágico duelo

De unos amores infieles
Le tocó morir a el
La luna al parecer
Era su amante cautiva
Muy callada y sensitiva
Por sufrir tanto de amor
Se fue volando a los cielos

Y ahora anda a las vueltas
Por un amor indeleble
Que no se puede borrar
Por que la luna sale
Radiante
Hasta el fin de su vida
La viene a buscar la noche
Porque se quiere quedar de día
Y en su paso mirando hacia el
glaciar
De aquel amor que tenía

Verónica la flor azul
De tanto llorar y llorar
Sus lágrimas se congelaron
Y ahora son de cristal
Y vive encerrada
En los témpanos de hielo
Y ella no tiene consuelo
De la muerte de su amante
Y de las dichas pasadas
Ahora se encuentra congelada
Y con sentimiento profundo
Verónica no es una orquídea
Sino una flor única en el mundo
Que se encuentra en la laguna
Observando a su rival
Que la alumbra con luz
De luna

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