lunes, 22 de julio de 2013

La SIN NOMBRE

Me conmueve un temblor por tu presencia

Y  en la benéfica plenitud de tu existencia
El insaciable potro de  tierra de los fuegos que provoca
Y de su chucara hembra que patea y se desvoca
Siempre me gustaron los besos de tu boca

Resplandecían las primeras flores rosas
Tan intensas en sus colores los destellos
Colgaban de tu frente los cabellos
Y en tus ojos de mirada luminosa
Como las mismas vírgenes hermosas
Era tanto el poder de su mirada
Y tan blanca y pura como las nieves inmaculadas
Tiernos parpados que parecían dormidos
Su belleza trastocaba los sentidos
Atravesó mi corazón  como una espada

Mis penas , mis romances mis antojos
Mis quiméricas metáforas las cantaban
Como el silencio mudo lenguaje de tus ojos
Callado y sin hablar yo la miraba          
Una expresión divina entendió mi ruego
Mi enternecido amor tan fácil adivinaba
Mis antologías enmudecían sin sosiego
Ante la salvaje natura en la espesura
Quedando atolondrado no lo niego
Buscando la luz en la noche más oscura
La puesta del sol a la tierra la besaba
Era el éxtasis un paso a la hermosura
A mi Patagonia toda yo la amaba

Como un árbol y abandonada ha horilla del camino
Neruda con el viento les peinaba sus cabellos
Un bufanda de coironales enroscada en su cuello
Y su gorra aguantando raudos remolinos
Del clima agreste y el sabor agrio y dulce que deja el vino
El viento patagón con todo frenesí se lanza
Tras la sorna tormenta se reía de su desesperanza
Y escuchaba las voces de los  vientos trémula  indecisa
Al encontrarse sola en el camino te dejaba  una sonrisa
Y al final del continente crecía su esperanza





         

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