Los celos más grandes dicen
Que son los que tiene la luna
En el ventisquero San Rafael
Los témpanos de la laguna
Y todo esto pasó
Por una niña nativa
Que era muy posesiva
Y que después se enamoró
Del duende de la laguna.
Ella era Verónica
Y de novia se vistió
De un beso se transformó
De seda con terciopelo
En la flor azul de los hielos.
Pero tenía un compromiso
Con un Ángel de otro cielo
Y empezaron los desvelos
Ella tenía amores
Con el duende del ventisquero.
En ese tiempo la luna
Vivía atrás de los cerros
Cuando le dijo te quiero
Al duende del ventisquero.
Verónica eso escuchó
Dios mío tanto revuelo
Se enteraron las estrellas
Y se supo en todo el cielo
Tremendo enredo
Había armado la luna
Que moría de amor y celo.
Y llegaron rayos y truenos
De repente todos callaron
Un silencio sepulcral
Y en un trágico duelo.
De unos amores infieles
Le tocó morir a el
La luna al parecer
Era su amante cautiva
Muy callada y sensitiva
Por sufrir tanto de amor
Se fue volando a los cielos.
Y ahora anda a las vueltas
Por un amor indeleble
Que no se puede borrar
Por es la luna sale
Bien a la tarde
Hasta el fin de su vida.
La viene a buscar la noche
Porque se quiere quedar de día
Y en su paso mirando hacia el glaciar
De aquel amor que tenía
Verónica la flor azul
De tanto llorar y llorar
Sus lágrimas se congelaron
Y ahora son cristal.
Y vive encerrara
En los témpanos de hielo
Y ella no tiene consuelo
De la muerte de su amante
Y de las dichas pasadas.
Ahora se encuentra congelada
que con sentimiento profundo
que con sentimiento profundo
Verónica no es una orquídea
Sino una flor única en el mundo
Que se encuentra en la laguna
para que el duende la vea
y se alumbren con luz de luna.
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