viernes, 25 de febrero de 2011

A Gregor Siboeck

El sol asoma allá en el lejano oriente
Un gringuito de Austria y muy valiente
Caminando por los cinco continentes
Se largó a conocer gente diferente
Con su andar firme y pausado
Anduvo cruzando cerros y nevados


Camina por los prados y por los pirineos
El Versalles un castillo de Francia echo de roca
Contame si era cierto que vivía una reina loca
Y en Inglaterra decime si se caso con el Rey feo


Hablo con reyes líderes como Gandhi
Y hasta en Japón con varios navegantes
Dalai lama le reclama
Una vida austera y desafiante
El dios sol los acompañe y los alumbre
Y luego una terrible incertidumbre

Que los cielos se le abran al gigante
Pisar liviano así rastro no deja
Para aliviar la carga comía puras lentejas
En el Machu Pichu o santiago de Compostela
Para seguir se echo al hombro la mochila
Y con la carga se ve como si fuera una hormiga
Llevándose el globo terráqueo a la china

Dispuesto a cruzar lo océanos
Para hablar con ricos, pobres, jóvenes, y ancianos
Se parecía al Caupolican el gran toqui araucano
Echándose un gran tronco a las espaldas
Apenas un cuarto de tonelada
Los levantó como si nada
Igual que vos y yo también soñaba

Liberar a sus indígenas hermanos
Del yugo español fue traicionado
Como todos los valientes olvidados
Los entregaron atados de pies y mano
No quisiera que te pase lo mismo
Y te vayas con tus sueños a los abismos
Escucho un tropel en tu conciencia
Es tu juventud que salta brinca y piensa

Es el camino del inca de piedra señalado
Por la ambición de la plata y el oro
Fueron traicionados
Bajo tus pies el camino se acerca al monte
Cuando mas cerca crees llegar
Se te aleja más el horizonte

En los míos hay cansancio y dolor
Yo protegí al huemul en su existencia
Y el puma hambriento juraba su inocencia
Por que no he de dar abrigo al caminante
Y ser mudo testigo de su amor

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