Para Kiko
mi sobrino
Con todo cariño
Del poema trece
Al escuchar tu voz cuando se imprime
De tu nobleza delicada y pura
Que vives el amor y la dulzura
Como el roble erguido en el bosque gime.
Si en tu pecho el corazón te oprime
Y a tus hijas le dedicas las ternuras
Tu alma se eleva a imaginable altura
Y del dolor un corazón ríe y sublime.
Así es tu vida delirante y loca
Y a vos que te gusta corre el velo
Y al gozar con tus hijas otra vez te
toca.
Y no abandones a la tierra en celo
Rebélate con tu corazón de roca
Y dale a tu madre amor, tierra y cielo.
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