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Del
poema 3
El
poeta tiene la dulce mirada que enamora
Y
escucha de las bestias un tumulto
Y
la paz del hombre siempre sonora
Por
la soberbia tonta del inculto
Que
no permite la luz de la aurora
Y
el viento locuaz en árboles gime
Y
ve las mariposas que están de fiesta
Sus
alas son notas musicales y sublimes
Ve
a las crisálidas parecen una orquesta
En
los montes del Aysén permitidas
En
las tormentas de nieve después la calma
Te
alumbra fugas y te hace feliz la vida
Y
te enciende de pasión y enamora el alma
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