Discúlpame que no te haya dado un rancho
en mi vida tuve muchas tempestades
Ya no quedan amigos como antes
como el Banco igual que los caranchos.
Es por eso que mi rancho no tiene cristales
tiene un techo de cielos con estrellas
y la luna gaucha elige las mas bellas
mis arroyos felices nacen de manantiales.
En el nacimiento del río Avellanos
donde los gauchos llaman el Rabanal
El viejo Mario y su hijo Atilio El Zorzal
suben a los potros ariscos y soberanos.
No envidiamos mansiones ni palacios
y menos sus castillos como el Versalles
para eso tenemos ríos y valles
con arroyos cristalinos de topacios.
Caminos de la costa del lago escarpado
el Eterno que todo lo resuelve.
Hermano el pilchero se ha llenado de recuerdos
pa' llevarlos a los pagos donde no se vuelve.
Y Facundo mi hijo quede desolado
quisiera Dios que un gaucho guie sus pasos
y le enseñe a cruzar ríos torrentes y remansos
y como su padre siempre siga honrando.
Arriba la cruz del sur igual que ella
Hijo no envidies nunca dicha ajena
al tuyo dale paz y noche buena
cuando me valla te veré de las estrellas.
ZORZAL PATAGÓN.
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