del
poema 3
Si escucharas mis llamados
de Patagonia en mi canto
no llores muchacha en llanto
esos sueños que fuerón dorados
de aquellos tiempo amado.
Ecucha mi corazón
cuyos huérfanos latidos
no quedara en el olvido
cuando llegue la ocacion
de esta terrible pación.
Por no querer perdonarme
te has quedado en mi desvelo
voy buscando consuelo
en otros labios quieran besarme
tal vez puedan mujer amarme.
No dejes en mi ese dolor
si mi corazón está de duelo
te dije que buscare consuelo
porque me espina esa flor
porque vida sufro de amor.
Yo te ofrecido las palma
aunque este triste y dolida
yo te ofrecido mi vida
para que vos me regale la calma
por esas cosas del almas.
Amor lejos de toda guerra
llegare al rancho donde vive ella
es una dulce y frágil estrella
que baila alegre allá en la sierra
los chamame de nuestra tierra.
Corren arroyos y olas pastizales
con caudales muy estrechos
curbas y cascadas en su lecho
azules alas con notas musicales
con guitarras del Mañiguales.
Si mi amor por ti yo me muero
así es mi Aysén de mi flor
y en cada valle un cantor
en cada fiordo un ventisquero
y en tus libres glaciares te quiero.